Para el sector privado mexicano es claro que nuestro país tiene una oportunidad histórica en términos de inversión y fortalecimiento de las cadenas de suministro, gracias a la relocalización de las operaciones comerciales, mejor conocida como nearshoring, dado el ahorro que representan en la producción y en el comercio los costos derivados del transporte, desde el origen de la proveeduría hasta el destino final de los productos.
Sólo por mencionar un ejemplo, por primera vez desde 2002, México superó a China como principal fuente de importaciones estadounidenses, ocupando el primer puesto de enero a junio de 2023. Asimismo, durante el año pasado, la llegada de empresas a nuestro país detonó inversiones por alrededor de 15 mil millones de dólares, al tiempo que la Inversión Extranjera Directa (IED) experimentóunnotableaumentodel 47%.
En este sentido, la relocalización empresarial y las mejoras laborales, se han convertido en eje fundamental de la agenda de trabajo del Consejo Coordinador Empresarial, reconociendo que el diálogo intersectorial y con todos los niveles de gobierno, es un factor ineludible para detonar el potencial de México. Es por ello que nos encontramos robusteciendo estrategias para coordinar esfuerzos entre todos los actores de la comunidad empresarial, tanto nacional como extranjera, y a su vez, generando consensos con diversos actores públicos y privados clave para promover la competitividad y el desarrollo de la industria.
Por ello en los últimos años, hemos intensificado nuestros esquemas de trabajo vigentes con distintas regiones del mundo, a partir de mecanismos de diálogo con nuestros homólogos en Asia, Medio Oriente, África y desde luego en Iberoamérica y en la Unión Europea, particularmente con España y Portugal. Así mismo, con América del Norte se ha ponderado el diálogo con el Comité Asesor de la Estrategia del Sector Privado y el U.S.- México CEO Dialogue, orientados a sugerir políticas públicas que mejoren el ambiente de negocios; así como el máximo aprovechamiento de la red mundial de acuerdos de libre comercio que tenemos, particularmente el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), toda vez que compartimos la frontera más dinámica del mundo.
Por otro lado , si bien es cierto que nuestro país ofrece condiciones idóneas para los negocios, dada su ubicación geográfica, estabilidad macroeconómica y mano de obra altamente calificada, aún es absolutamente necesario incrementar la inversión pública y privada en infraestructura básica; hace falta impulsar la inversión en todos los sectores productivos mirando hacia una más eficiente distribución del ingreso y la capacitación laboral hacia actividades de mayor valor agregado; así como invertir en la adopción de tecnologías para la digitalización y modernización de la industria. De ahí que sea bienvenida la inversión Iberoamericana a nuestro país, mediante coinversiones que miren hacia modelos más seguros, ordenados, humanos y productivos.
Por todo ello, el CCE queda abierto al diálogo constructivo con los empresarios iberoamericanos, a quienes invitamos a nuestro país para continuar dando rumbo y certeza al desarrollo y competitividad de Iberoamérica.
Estoy seguro de que si continuamos apostando por mecanismos que nos hagan funcionar de manera unida y coordinada, como los que impulsan la CEOE y el CEIB, nos seguiremos fortaleciendo como empresarios a la vez que contribuimos a mejorar la calidad de vida en nuestros respectivos países.
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